RUTA TROTAMUNDOS
Villalpando
Villalpando
La Casa del Trotamundos, quiere cuidar su región y tiene el gusto de hacer una invitación muy especial a todos los aficionados de la cultura y la historia para que se unan a nosotros en una increíble ruta por la maravillosa localidad de Villalpando.
En esta singular experiencia, podrás dejar atrás la rutina y sumergirte en los secretos mejor guardados de esta antigua y rica comunidad. Explora la herencia patrimonial de la zona y aprende sobre su fascinante pasado, mientras desentrañas todos los detalles que conforman la cultura local.
Aprovecha esta ruta que hemos confeccionado para que disfrutes al máximo de esta experiencia cultural e histórica.
¡Te esperamos!
Donde comer:
– El Arte: C/ Altasangre, 9. Teléfono: 980 660 499
– El Toreo: Plaza Santo Domingo, 1. Teléfono: 980 660 061
Pastelerias:
– La Concepción: Plaza Mayor, 19. Teléfono: 980 660 036.
Coordenadas:
Villalpando su historia
Solo con darse un paseo por Villalpando queda claro la enorme historia y esplendor de la localidad en el pasado. Fueron los celtas quienes la bautizaron como Intercancia y en la época de Roma se supone que fue Villa Intercacia. Años más tarde, se la renombró como Pando y ya en el año 713, pasaría a ser villa Alpando. Nombre que permanecería hasta el siglo XIII cuando pasaría a unir definitivamente los dos nombres para ser Villalpando.
En la época cartaginense, la ciudad se amuralló contando con cuatro puertas de entrada. Una fortaleza para evitar la entrada de los romanos. Sin embargo, lograría el pueblo de Roma someter a los habitantes imponiendo altos tributos. En la Edad Media, la ciudad sería destruida para levantarse una nueva población bajo el nombre de Alpando. Dejaría de ser ciudad entonces para comenzar su historia como Villa. Una Villa destacada en Castilla y de ahí la frase: “Villa por villa, Alpando en Castilla”. Moros y cristianos lucharían innumerables veces en la villa provocando el derrumbe y la reconstrucción de otros monumentos. Destaca en este periodo, la reconstrucción de Alpando a cargo de Alfonso V.
Después, llegarían los Templarios, una orden religiosa y militar cuyo fin era proteger a los campesinos que se dirigían a Jerusalén. Suyo sería Villalpando debido a la donación del Rey Fernando a los caballeros templarios en el año 1170. A partir de ese momento, la villa sería habitada por destacadas familias siendo cuna de la devoción de La Inmaculada Concepción. En el siglo XIV se convertiría en la residencia de la reina María de Molina. En esta etapa, residirían en Villalpando otros señores importantes como el linaje de los Velasco, nombrados Condestables de Castilla.
Cuatro puertas tenía Villalpando, de las que en la actualidad se mantienen dos en pie: la de San Andrés y la de Santiago. Cuenta con un patrimonio monumental digno de admirar que, por desgracia, se ha reducido con el paso del tiempo a consecuencia de derrumbes o el abandono del mismo.
Iglesia de Santa María de la Antigua
Es una de las primeras parroquias del municipio llegando a ser una de las más importantes. Fue llamada de la Antigua tal vez por su vetusto carácter y por ser de tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares de sección cruciforme, y por lo mismo la de mayor aforo, quedó como parroquia cuando en 1897 se suprimieron las demás. Está construida junto al reciento amurallado y de ella se ha conservado la cabecera, los muros perimetrales y las basas de los pilares.
La portada principal está formada por tres arcos de medio punto con un friso de esquinillas y el muro sur está rematado por una hilera de ladrillos cortados en nacela.
Tuvo buena rejería que, aun con alguna alteración, se conserva en el cementerio de la localidad, precisamente su acceso está guardado por una buena reja proveniente de una de sus capillas; es obra de mediados del siglo XVI atribuida a Francisco Martínez o a alguno de los hermanos Corral de Villalpando, tal vez a Francisco.
Convento de San Antonio de Padua
En pleno casco antiguo de la localidad , escondido en una calleja que sale de la Plaza de Santa María , se encuentra este discreto convento , aun dedicado a la vida religiosa .
Se construyo en 1633 y dos siglos mas tarde fue abandonado por miedo a los ataques napoleónicos . Desde un principio y hasta la actualidad , este convento ha sido habitado por la congregación de monjas Clarisas , una orden de clausura , que realizan labores como prendas de vestir para luego venderlas .
De fachada muy sencilla y austera , donde no existen los adornos , el único elemento que cabe señalar es su puerta
De acceso principal , por la que se accede a la parroquia de la Inmaculada , ubicada en el interior del convento.
Arco de Santiago
Frente al Parque Venus . Fue construida en el siglo XII y esta resguardada por dos torreones defensivos a ambos lados del arco de entrada , formando parte uno de ellos de la parroquia Santiago que se encontraba anexa a esta puerta y que actualmente no existe .Fue rehabilitada en 1510 .
Los torreones tienen acceso a su interior , aunque no están abiertos continuamente al publico .
Al igual que ocurre con otras construcciones desoladas de la localidad , las palomas encuentran en su interior refugio y suele ser frecuente , y cómico , ver a los perros al acecho de ellas.
Puerta de San Andrés ‘Puerta Villa’
Para algunos investigadores existió una muralla anterior a 1163, sin embargo para otros la villa sería fortificada a finales del siglo XII con Fernando II, y desde luego, bien van con ese momento los arcos apuntados y bóvedas de cañón que cierran las susodichas puertas y así se organiza un espacio abierto en ésta de San Andrés, entre dos fuertes cubos circulares, hechos con sillares de tosca labra por fuera y canto rodado al interior; también es de sillería el lienzo que va entre ellos, con almenas que coronan asimismo las torres.
El arco, por la parte exterior del recinto, adorna su rosca apuntada con pomas, flores, aspas y molduras; sobre él se labró un espacio rectangular organizado por el cordón franciscano inscrito en un alfiz; ese espacio se subdivide en dos por una moldura, con bolas que aparecen también cerrando por abajo el mentado rectángulo; el sector inferior acoge los escudos de la villa, con saeteras al lado, y el superior los muy erosionados de los Velasco, señores del lugar, y entre ellos una pequeña hornacina, hoy vacía, con rosca y jambas pometeadas. Todo parece obra de comienzos del siglo XVI. Por el interior de la cerca el arco es asimismo apuntado, resuelto con pequeñas dovelas y sin nada que lo ennoblezca.
Palacio de los Condestables
Este palacio del siglo XII , fue la residencia de los Condestables durante el siglo XVI .En ese mismo siglo , los Comuneros incendiaron el edificio, destruyéndose casi en su totalidad . Sobre las ruinas , el Condestable Iñigo I construyo un nuevo palacio.
Contaba con unas enormes murallas que tenían un foso de 60 pies de ancho y 40 de profundidad . Dentro de ellas , el espacio se repartía en dos pisos sobre el nivel del suelo , y varios subterráneos.
En el siglo XVIII, el castillo fue de nuevo asediado y lo que quedo de el son los restos que actualmente se conservan : Parte de la muralla exterior y el Cubo del Palacio , donde en la actualidad se encuentra el deposito del agua , que en sus tiempos albergaba la prisión en su interior .
Lo que mas curioso me resulto de este lugar , fue el hecho de que las ruinas de algo tan señorial como fue un palacio , hoy día formen parte de la huerta de una vivienda particular , algo que no deja de ser sorprendente.
Gastronomía
Donde comer:
– El Arte: C/ Altasangre, 9. Teléfono: 980 660 499
– El Toreo: Plaza Santo Domingo, 1. Teléfono: 980 660 061
Visitar Villalpando y comer mal es casi un delito. Su gastronomía está plagada de riquísimos platos típicos que hacen las delicias de cualquiera que los pruebe.
Recetas que van pasando de generación en generación y que aprovechan las deliciosas materias primas que abundan en la provincia, en especial, las carnes. La cocina zamorana no es especialmente apta para vegetarianos y la carne en todas sus variantes reina en sus platos más tradicionales.
Repostería-Los Feos
Pastelerias:
– La Concepción: Plaza Mayor, 19. Teléfono: 980 660 036.
Dulce típico de la localidad, extensible a toda la provincia de Zamora. Pero los verdaderos ‘Feos’ los hizo Sinforoso en 1860 en la localidad. La fórmula ha pasado desde entonces por la memoria y las manos de su hijo Cruz, por la de su nieto Luis Mari y ahora, desde hace apenas cinco años, se encuentra en poder de Raquel y Maite Burgos Raposo, la cuarta generación de la familia hoy al frente de la confitería La Concepción, donde se elaboran igual que entonces.
Un ‘Feo’ es una pasta crujiente cuyo nombre se debe al feo aspecto que adquirió por un error cometido por el maestro pastelero en la elaboración de unos dulces de almendra en nuestro obrador.