Aceite con sabor a Tierra de Campos
El empresario Luis Pineda pone en marcha una almazara en Villamayor de Campos, nave en la que además de producir aceite adecuará un museo para divulgar la cultura del olivar.

«Olivas de Campos» es el proyecto en el que se ha embarcado el abogado y empresario, Luis Pineda, con la intención de poner en valor la comarca de Tierra de Campos y, en especial, el pequeño pueblo de Villamayor de Campos, al que le unen vínculos familiares y en el que también puso en marcha un alojamiento rural. La idea de plantar ocho hectáreas de olivos y de adecuar una nave como almazara en el pueblo zamorano surgió por el «poso» que en Pineda dejó una etapa anterior en su vida, en la que fue editor de la revista «Alcuza», especializada en el sector oleico, que le permitió conocer a fondo el proceso de producción y que fue el origen de su «pasión» por el aceite y por el «mundo de los olivos». Además, como andaluz (nació en Málaga) siempre ha vivido de cerca la evolución de un sector muy presente en provincias como Jaén o Córdoba, en las que los olivos ocupan amplias extensiones de hectáreas, paisaje que despertó su interés por las diferentes variedades de aceituna y por conocer que cada una tiene su sabor, su personalidad y su singularidad. Con este bagaje, decidió plantar ocho hectáreas de olivos de tres variedades de aceituna diferentes en Villamayor de Campos mediante un sistema superintensivo y en seto. En concreto, Pineda cultivó olivos de picual, una aceituna muy presente en Jaén; de arbequina, originaria de Cataluña, y de Sikitita, variedad obtenida en el marco del programa de mejora conjunto desarrollado por la Universidad de Córdoba y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria. La diversidad de variedades, como precisó el empresario, complica el proceso de recolección para intentar lograr un equilibrio entre los distintos tipos de aceituna y que la molienda en la almazara «esté compensada». El resultado es un «zumo de aceituna» que reúne la singularidad y personalidad de cada una de las tres variedades que, además, no se tamiza ni se filtra y que Pineda define como «potente, de sabor elegante, con un aroma a aceite puro y el punto dulce que le aporta la arbequina» por lo que es apreciada por cualquier paladar. La almazara situada en Villamayor de Campos ha procesado recientemente 8.000 kilos de aceituna y, aunque hasta ahora el consumo de aceite se ha limitado al ámbito familiar, la recolección de este año supone el punto de partida de un proyecto que espera consolidarse. Y es que, como matizó Pineda, «los olivos son muy jóvenes», por lo que, en un futuro, espera obtener una mayor producción de las tres variedades con las que «Olivas de Campos» elabora un aceite natural «con mucho sabor, un intenso color verde aceituna y un olor que recuerda a tomatera y a huerta». De hecho, en un futuro, la pretensión de la almazara es comercializar en el mercado el aceite que se elabora en sus instalaciones con el objetivo de «poner en valor Zamora y Tierra de Campos», además de «dar un empujón» a Villamayor de Campos que, como recordó Pineda, es «un pueblo histórico» porque es uno de los 13 que el 1 de noviembre se reunieron en la iglesia de San Nicolás de Bari de Villalpando para realizar el primer voto del mundo a la Inmaculada Concepción, cuatro siglos antes de la promulgación del Dogma de la Inmaculada por Pío IX. Otro de los objetivos que se ha marcado el empresario es divulgar la cultura del aceite a través de catas y degustaciones que tiene previsto celebrar en las instalaciones de la almazara, una nave rodeada de viñedo y que ha sido decorada con vistosos y coloridos murales creados por el artista José Enrique Ragel Herrera (Bestror), con la intención de convertirla en un museo en el que los visitantes podrán conocer las diferentes variedades de uva o el proceso de elaboración del aceite. Incluso, en un futuro, Pineda tiene previsto utilizar un picadero contiguo para que los visitantes disfruten de espectáculos con caballos, a la vez que degustan aceite y «bailan flamenco». El empresario ha sido un pionero en la plantación de olivos en Villamayor de Campos, aunque en los últimos años algunos agricultores han seguido su estela y han apostado por cultivar olivares y sembrar pinos, pistacheros o almendros, árboles que rompen la imagen de la llanura que caracteriza al paisaje de Tierra de Campos. «A los árboles les coges mucho cariño», asegura Pineda y, en un futuro, su «sueño» es que cuando sus nietos degusten el aceite de «Olivas de Campos» recuerden que su abuelo plantó aquellos olivos.

Para dar a conocer su nuevo proyecto, Pineda ha preparado una presentación que tendrá lugar el sábado 22 de febrero, a las 19.00 horas, en su alojamiento rural, «Casa del Trotamundos», durante la que los asistentes podrán conocer las singularidades del aceite, disfrutarán de una degustación y una cena, y vibrarán con el duende flamenco de la bailaora sevillana Pilar Astola, acompañada por su grupo de baile.


